Introducción

Este proyecto inicia con la necesidad de plantear una posible solución al problema que surge a través de la pregunta hecha inicialmente: Cómo lo gráfico publicitario nos puede contar la historia del parque de las luces y sus procesos de transformación que han llevado a distintas formas de apropiación del espacio por parte de los ciudadanos. A través de una investigación llevaba a cabo desde diferentes métodos que se consideraron pertinentes para el desarrollo de este proyecto se hizo inicialmente un recorrido en la historia del parque de las luces investigando cómo fue su proceso de transformación y los factores que han influido en esta hasta el día de hoy desde su geografía hasta los actores sociales que en este se han desarrollado.

Posteriormente se llevaron a cabo una serie de visitas al parque observando todos y cada uno de los factores que conforman su estructura con el objetivo de recolectar una información más detallada de como es el diario vivir de cada uno de los actores presentes en el espacio y su entorno.

En todo este proceso de investigación se ha ido recolectando tanto como entrevistas, testimonios, fotografías  y hechos relevantes que han ayudado a conformar una serie de capítulos que resumen en si lo que es el parque y poder llegar a un análisis más detallado de este.

 

Parque de la luces

 

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Capítulo 1: Cómo las calles determina el tipo de comercio

En el parque de las luces se presentan diversas formas de comercio, desde comercio formal hasta comercio informal, grandes y pequeños comerciantes, centro comerciales y las típicas cafeterías, burdeles, cigarrerías, Mc donalds, Cosechas, una gran variedad de comercio que a la vez hacen un contraste bastante denotativo e interesante que da acogida a el lugar como un punto de encuentro para diversos públicos, ya dicho esto, podemos destacar una observación: el parque de las luces crea en una especie de sectorización y en dichos sectores  su comercio varía.

El parque de las luces está rodeado de cuatro calles, Amador, Cucuta, la de los edificios de Vásquez y Carré y San Juan.

Empezaremos a relatar la observación que se ha realizado en la calle de amador. Si bien vemos cafeterías típicas allí, hay una cafetería, su nombre es Parador Santa Rosa  (Figura 1), esta cafetería nunca está sola, siempre hay personas de la tercera edad que se apropian de ella, es una cafetería a la que acuden gran parte del público que se apropia del parque de las luces, que como ya se había dicho, es de la tercera edad, esta cafetería se ubica en la esquina entre la calle de Amador y  Vásquez y Carré, en la misma calle de Amador encontramos, locales comerciales conservadores, como  por ejemplo cigarrerías, puestos de lotería, cantinas, burdeles, locales de todo a mil,  locales de diversas índoles pero que están pensados y son apropiados para personas de clase medio-baja. Cuando hablamos de lugares tan típicos y conservadores, pensaríamos que el parque de las luces es solo frecuentado por estas personas, pero no, en la misma calle de Amador, se rompe con este concepto de locales conservadores cuando damos con un lugar que rompe con este estigma como lo es el centro comercial Gran Plaza (Figura 2),  un lugar que sin duda, derrumba este concepto de conservatismo en el lugar y atrae nuevos públicos al sector, este lugar a diferencia de la cafetería Parador Santa Rosa, es un lugar que es frecuentado y del que se apropian personas de diferente clase socioeconómica, dado ya el caso del Gran Plaza podemos contrastar lo diferente que se presentan los locales comerciales tradicionales fuera del gran plaza a los que hay dentro del gran plaza, locales como cosechas, postre de Mc Donalds y el machetico, que están a la entrada del centro comercial llaman la atención de diferentes públicos, que claramente no son los que acuden a las cafeterías externas al centro comercial. Cabe anotar que el centro comercial Gran Plaza llega como una especie de golpe por parte del capitalismo y derrumba el concepto tradicional que lleva el parque, principalmente porque desde sus inicios el parque de las luces (antigua plaza Cisneros), fue una plaza de mercado, donde las personas iban a mercar desde legumbres hasta cárnicos, además iban a pagar sus cuentas y hacer vueltas que antiguamente solo se diligenciaban en el centro de la ciudad, uno de los principales objetivos de la construcción de este centro comercial era hacer que las personas no solo transitarán por el lugar, sino que también se quedarán en él, así haciendo que el centro no sólo sea un lugar para hacer sus diligencias e irse, sino para que también las personas consumieran y se apropiaran más del lugar.

Parador Santa Rosa     Foto tomada por Santiago Sánchez

Gran Plaza    foto tomada por Santiago Sánchez

Si bien este fenómeno se presenta en Amador, la calle de Vásquez y Carré no se queda atrás, es también un lugar donde se hace bastante evidente este contraste. El Vásquez y el Carré irrumpen con su fachada y con sus locales el paisaje que suele presentarse en el centro, porque aunque estos son edificios antiguos y además de ello se consideran patrimonio cultural e histórico, no dejan de ser imponentes y estéticos a la hora de contrastarse con las demás estructuras comerciales.

Detrás del Vasquéz y Carré encontramos un pasaje comercial, que es bastante frecuentado, allí hay una gran cantidad de locales donde venden artículos para fumadores, modificaciones corporales, además misceláneas, artículos de belleza, tecnológicos, y restaurantes, el segundo piso en su mayoría son bodegas, pero hay unos cuantos locales y se dedican a la venta de diversos artículos al por mayor, por eso muchas personas van a comprar artículos al detal, porque salen sumamente baratos, cortauñas desde $300, cauchitos para el cabello a $200, abanicos a $1.000, etc.

En la misma calle del paseo comercial también encontramos locales típicos del sector, sastrerías, zapaterías, billares, entre otros que ya antes se mencionaron. Luego en el Vásquez y Carré, en estos edificios hay variedad de cafeterías, oficinas de entidades como Comfama, principales oficinas del fondo EPM; y fuera de ellos los rodea cajeros automáticos de ATH y AVvillas, y almacenes que son muy exclusivos como, Fruta Fresca y Rifle, que son principalmente los que denotan mayor contraste con el resto de locales del lugar.  

Foto tomada por Santiago Sánchez

Por otro lado está San Juan, es un sector del parque de las luces que carece de locales comerciales, pero sin embargo, si hay comercio, comercio informal, cuando hay toldos de artesanos (también conocidos como San Andresitos) se ubican allí, también se ubican en este lugar los artistas que van a dar muestra de su música, carritos con sombrillas, por lo general siempre están sobre San Juan, pero de esta clase de comercio se hará énfasis en el siguiente capítulo.

A esto se le suma los pequeños locales que encontramos en el sector Cúcuta, donde encontramos un bar llamado Nueva York en el que se ve principalmente la presencia de  hombres mayores consumiendo allí, al lado de este bar muy clandestinamente está ubicado un prostíbulo y por este mismo sector está ubicado un gran parqueadero, allí se presenta un paralelo muy interesante entre lo que fue y es ahora, anteriormente estaba Sucre, allí estaba un pasaje comercial por el que hubo una gran polémica, ya que este era patrimonio cultural, este lugar pasó de ser un sector recurrido a ser un espacio más bien muerto, un no lugar.  

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Capítulo 2: Comercio informal (casetas y ambulante)

Como ya se había dicho en el capítulo anterior el comercio informal se ubica en su gran mayoría sobre la calle de San Juan, allí se presentan desde artistas que dan muestra de lo que hacen, hasta toldos montados por artesanos y vendedores ambulantes de tinto, mango biche, Vive 100, Bonice.

Toldos de San andresitos    Foto tomada por Daniela Vélez

Los vendedores ambulantes en su mayoría son personas de 30 años en adelante, incluso ancianos de 80 años que dedican sus días a vender tinto en un carrito de mercado, pero también hay jóvenes como Ricardo, que tiene 25 años que lleva vendiendo 8 años en el parque, él siempre ha estado ubicado en el mismo perímetro, le preguntamos qué cambios ha presenciado en el parque, él dice que ninguno, que él ha presenciado las decoraciones que hacen por ejemplo para navidad, o épocas en especial, pero que sin embargo, él nunca ha notado un cambio radical, lo más nuevo que ha visto en el parque ha sido  la implementación de Encicla, Ricardo relata el ambiente del sector como relajado, él dice que se siente en su “entorno”, las ventas que realiza depende del flujo de personas que hayan, dice que en horas pico le va muy bien -“gracias a Dios como y me sostengo”, dice él con una sonrisa en el rostro, porque esto es lo que le toca hacer día tras día, sobre la seguridad el habla muy tranquilo, dice “si yo no me meto con nadie, nadie se va a meter con migo”.

Doña Maria del Carmen, la señora que vende tintos en el carrito de mercado tiene alrededor de 80 años, pero ella dice que una verdadera dama nunca revela su edad, ella lleva ya tiempo dedicada a la venta de tintos en el parque de las luces y ahora la acompaña su hijo quien pareciera ser el que continúe con las ventas de los tintos, lo que lleva a pensar que estas ventas aunque informales son algo ya establecido, algo así como un negocio familiar, doña Maria del Carmen se hace  sobre San Juan y se hace en las sillas del parque a esperar que aparezcan clientes, - “a veces llega gente a comprarme y uno se entretiene un rato hablando con ellos”, ya a ella le da pereza ir a trabajar, -“si bien una dama no revela su edad, los años tampoco vienen en vano, mija, si yo quiero seguir viviendo ‘desto’ pues me toca decirle a mi hijo que emberraque a vender”, dice que la seguridad es normal, no es la mejor, pero ella no se siente insegura, -“acá dizque no le roban a uno”, competencia si hay, hay varios tinterillos y gente que vende otras cosas, pero doña Maria del Carmen, sigue allí; y cuando no está ella está su hijo.  

Y así, como Ricardo y doña Maria del Carmen cada vendedor tiene una  historia que contar.

En el sector de Cúcuta a pesar de que sea a considerado como un no lugar, se ve la presencia de vendedores ambulantes, señoras sentadas en una esquina con carritos donde pasan bastante cantidad de buses y algunos jóvenes que venden en los buses esperando en esta esquina a que llegue el transporte público y más al fondo se da la presencia de un solo vendedor ambulante que genera una aglomeración de personas alrededor de este para tomar tinto, comprar empanadas y uno que otro cigarrillo  y que a pesar de ser un lugar tan poco concurrido y solitario este pequeño puesto hace que haya un poco de movimiento en el sitio.

Comercio informal     Foto tomada por Daniela Vélez

Estos mismo vendedores ambulantes son los que muchas veces se apropian realmente del parque, además de que ocupan un gran espacio en san juan y los lugares ya mencionados, son los que al fin de cuentas conocen como es la vida en el parque, muchas veces son estos los que sostienen conversaciones con los transeúntes y compradores, y muchas veces son a ellos a los que se ven usando las sillas que conforman el lugar, ya sea descansando o vendiendo.

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Capitulo 3: Punto de escenario: movilización, manifestación y galería

    Nos remitimos a la antigua plaza de Cisneros, donde existió el principal mercado de la ciudad de Medellín, esta plaza no sólo era la principal, sino también la más representativa, pues allí todas las personas asistían a comprar, vender y a ejercer toda clase de comercio que fuese necesario, dicha plaza sufrió una transformación acelerada, en un complejo comercial, industrial y de servicios que demandaba. Esta situación originó una verdadera red de actividades, oficios y prácticas a las que se vinculan cada vez más la población, estas actividades permitieron indicar a Guayaquil como el primer “puerto seco” de Colombia, dándole a Medellín su carácter de urbe.

    Dada esta introducción podemos comprender al parque de las luces como un punto de escenario, donde se ven movilizaciones y manifestaciones de todo tipo, además también se presenta como galería, un punto artístico que permite la interacción del lugar con el público.

    A simple vista pareciera que en el parque de las luces solo es conformada por transeúntes que van de paso por la plaza, y esta observación puede  ser cierta hasta cierto punto, ya que la ubicación del parque es estratégica debido a que éste es el “centro del centro” de la ciudad de Medellín y allí llegan múltiples personas para cruzar a sus lugares de destino (se hablará más a profundidad de esto en el capítulo 5), además,  lugares como la alpujarra, son lugares determinantes para el flujo de personas que transitan por el parque de las luces, lugares como estos también establecen horas en específico, como por ejemplo las 12:15 M, donde se ven más flujo de personas que en horas como por ejemplo las 10:00 AM.

    Un lugar que brinda una posibilidad interesante de analizar son los parqueaderos de la calle Cúcuta, las  personas que parquean su carro allí tienden a ir de paso por el parque de las luces según el lugar al que se dirijan, por lo cual también es otro lugar que determina una cantidad de personas que transitan el parque, así mismo cada local comercial que hay, las oficinas del Vásquez y Carré, la biblioteca temática de  EPM, el centro comercial Gran Plaza, y entre otros lugares que suman personas que se movilizan en el parque de las luces.

Vásques y Carré,   Foto tomada por Santiago Sánchez

     Bien se sabe que el parque de las luces es un lugar rodeado por una cantidad exuberante de locales comerciales, cafeterías, restaurantes, billares, cantinas, entre otros, que necesitan surtirse, y proveedores como por ejemplo Postobón o Coca-cola se toman el parque a la hora de llevar el pedido a su destino. Por otra parte el Encicla que fue instalado a principios del 2015 en el parque de las luces brinda una posibilidad a las personas de movilizarse por el lugar con otras alternativas; y no sólo de movilizarse, sino de apropiarse del lugar como tal.

     No sólo las personas que transitan por el parque de las luces son las que hacen de este lugar un escenario, sino también las personas que deciden manifestarse allí.

    El parque de las luces como escenario de manifestación puede entenderse como un factor determinante del lugar, ya que allí se ven múltiples manifestaciones por parte de ciudadanos que deciden apropiarse del parque como un lugar para llevar a cabo su protesta. Se han vivido manifestaciones grandes, convocadas, donde asisten las personas interesadas en  lo que se va a llevar a cabo, por ejemplo, el día 25 de abril, hubo una manifestación en contra del presidente Juan Manuel Santos en consecuencia al suceso que se había presentado días anteriores a esta, la masacre de los soldados en Cúcuta por parte de las FARC, los manifestantes pedían la renuncia de Santos con pancartas y argumentos que varios de los líderes de la manifestación iban dando en el desarrollo de esta, se notaba la presencia de diferentes actores sociales, tanto hombres como mujeres de diferentes estratos sociales hacían parte de ésta y aunque la mayoría eran adultos de estrato medio-alto, también había presencia de jóvenes, soldados retirados, veteranos de guerra, madres de estratos bajos y hasta niños que las acompañaban. Otro hecho importante que se observó en el parque es que también es escenario de manifestaciones pequeñas de interés personal, un ejemplo de esto fue la presencia de una familia que exigía justicia  ya que les habían cerrado el caso de una herencia que les había sido robada por una persona con poder.

Manifestación contra Santos     Foto tomada por Daniela Vélez

Manifestación de la familia Builes Benjumea      Foto tomada por Andrea Gaviria

    Una hipótesis del porqué el parque de las luces se presenta como escenario de manifestación es que el centro administrativo la Alpujarra queda al frente; y allí está ubicada: la alcaldía, la gobernación, los juzgados, entre otras oficinas importantes en cuanto a lo social, político y económico se refiere. Otra hipótesis es que el parque de las luces por haber sido desde sus inicios un lugar tan importante e influyente no solo en Medellín, sino también en Colombia, es un lugar que ha ido adquiriendo la fuerza social respectiva para ser punto estratégico de manifestación, o simplemente por ser el centro del centro.

     Para ser del parque de las Luces, un lugar más ameno y para hacer que las personas se apropien más del lugar, la biblioteca temática de EPM, propone un espacio para la cultura, que consiste en una exhibición fotográfica con una temática que periódicamente es cambiada, así las personas pueden ir a observar y disfrutar un poco de arte en la plaza. En el parque se encuentran unos paneles con el nombre “Espacio para la cultura” allí se han realizado exhibiciones desde “Doppelgänger” (personas casi idénticas que no tienen parentesco familiar y viven en distintas partes del mundo), hasta exhibiciones más propias del lugar que muestran la plaza Cisneros en su tiempo, esta exhibición se llamaba “Plaza de Cisneros 120 años - 1894 - 2014 patrimonio vivo de una ciudad sin memoria”. Este lugar para la cultura de la biblioteca EPM propone al parque de las luces como escenario para galería.

   Esta exhibición fotográfica está pensada estratégicamente para que el transeúnte pase y la noté; y de esta manera se quede observándola.

    Algo que hacen no solo  las personas que se apropian del parque sino también las que transitan por allí, es tomarse el tiempo de detenerse y observar con calma la galería, es decir, este espacio no es en vano, el público se apropia de él y cumple su objetivo, hacer que quien está allí sienta interés por esto y hagan uso de él.

    Personas de la tercera edad, niños, jóvenes, adultos, incluso turistas son personas que se acercan, observan, analizan e incluso se maravilla de las exhibiciones que estén en el momento.

    También hace entender el espacio como galería el hecho de que las personas cuidan el espacio, no lo dañan, se mantiene muy limpio visualmente y el espacio como tal también es muy limpio, lo que hace que sea más cómodo para las personas apropiarse del espacio.

     Otra de las cosas que hace en tender el espacio como galería es el hecho de que todo está planeado, es respetado, cuidado y tiene un espacio destinado, nada urbanístico ni mucho menos vandálico.

 

Galería "Espacio para la cultura"      Foto tomada por Andrea Gaviria

 

    El parque de las luces, además de contar con este espacio para la cultura brindado por EPM,  es en sí arte mismo, ya que el parque fue pensado bajo el concepto de darle vida al lugar; y darle luz a Medellín, las luces que son estructuras proponen hacer sentir al público como en un lugar estéticamente bonito, que las personas se sintieran cómodas al apropiarse del lugar, además, el lugar también tiene su zona verde, que rompe completamente con todo lo construido por concreto; y las mismas personas dan testimonio de ello, no solo diciendo que el lugar les parece muy bonito, sino también que el lugar les parece muy fresco debido a los palos de bambú que conforman el bosque del parque, y dicha frescura hace que ellos quieran estar por más tiempo en el parque independientemente de si está haciendo mucho calor.  

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Capítulo 4: Punto de encuentro

   Como ya antes se había mencionado, el parque de las luces por las características que posee tiene como actores sociales diversos públicos que se apropian del lugar, personas de la tercera edad, familias, colegios, indigentes, entre otras, sin embargo, la apropiación por parte de cada individuo va a depender según el grupo al que este pertenezca. 

   De una u otra manera el parque de las luces como punto de escenario también hace inclusión en el punto de encuentro, por ejemplo, las manifestaciones que se llevan a cabo en el parque y  los eventos, se hacen allí porque la gente se cita en este lugar para realizar una determinada actividad, lo cual convierte al parque en un punto de encuentro para llevar a cabo alguna acción, como manifestaciones, conciertos, tablados, actividades que por ejemplo se realizan en la feria de las flores entre otros.

   Si el parque como escenario indica un punto de encuentro quiere decir entonces que en parte el comercio informal puede generarse como punto de encuentro, cuando se ponen los toldos de artesanías también conocidos como San Andresito, no solo los que ejercen el comercio son los que hacen de este lugar un punto de encuentro, sino que hay personas alrededor de la ciudad que van en búsqueda de estos toldos de artesanos, por lo cual la gente se reúne allí, ya sea a comprar o simplemente a mirar.

   Pero estos temas ya fueron analizados con mayor profundidad en los capítulos dos y tres, este capítulo tratará el punto de encuentro entre tercera edad, familias e indigentes principalmente.

 

  Las personas por lo general tienden a pensar que el parque de las luces es un lugar marginal, peligroso, donde solo se debe estar de paso, hacer lo que se deba hacer e irse del lugar lo más pronto posible, pero no, estas personas están equivocadas, es entendible la posición negativa en la que muchos Medellinenses y otras personas catalogan al parque de las luces, ya que si bien este lugar comenzó como un lugar muy importante no solo a nivel local, sino nacional, tan así que llego a conocerse en todo Colombia como su primer puerto seco, pero este lugar con el paso de los años sufre un abandono garrafal, y es en ese período de abandono donde las personas comienzan a generar estigmas frente al lugar, ya que este lugar la indigencia, la drogadicción y el vandalismo eran los protagonistas. No fue sino hasta el año 2002 cuando se abrió la convocatoria para recuperar el sitio y para febrero del 2005 se inaugura la nueva plaza Cisneros, que ahora empezaría a conocerse como el parque de las Luces, con esta inauguración se empiezan a atraer nuevos públicos, se hace una recuperación del espacio público que se consideraba muerto, un nuevo comenzar para la plaza, pero ya gran parte de los ciudadanos tenían una concepción negativa acerca del sitio, una concepción que aún ya pasados 10 años muchos siguen teniendo.

Gente en el Parque de las Luces  Foto Tomada Por Daniela Vélez

    Sin embargo, hay personas que han comprobado que el parque de las luces no tiene por qué considerarse como un lugar tan inseguro, ya que diversos grupos se apropian del espacio.

  El parque de las luces es un lugar que desde temprano, alrededor de las 9:00 AM empieza a ser asistido en su mayoría por personas de la tercera edad, grupos de ancianos que hacen parte del diario vivir del parque se encuentran allí para leer el periódico, tomar tinto, o simplemente sentarse a conversar, por ejemplo, un grupo de señores entre los 55 y los 60 años van todos los días al parque de las luces, este grupo de personas dicen que siempre van porque el parque es muy agradable, allá están sus amigos, les gusta el ambiente, ver las mujeres lindas pasar y de vez en cuando tomarse los ‘chorritos’ y además anotaron que es un parque muy seguro comparado con los otros parques de la ciudad, sin embargo uno de los señores apunta algo importante –“este parque puede ser muy seguro porque a usted acá no le roban, pero este parque es drogas, soledad y alcohol después de determinada hora y esto es debido a la pobreza que hay alrededor del parque”, en esta ocasión este grupo de amigos que se reúnen diariamente en el parque de las luces estaban celebrando que uno de ellos dejo de beber hacía 20 días.

   Don Dario es un señor de 58 años, él frecuenta el parque 3 y a veces hasta más veces a la semana, a simple vista parece un hombre que está solo, pero en realidad es una persona que la mayoría de quienes se mantienen en el parque de las luces conocen, - “Yo me pongo a leer acá el periódico cuando no tengo con quien estar, pero vea yo leo porque me gusta estar enterado de lo que pasa, la verdad es que acá yo conozco a todos, vea ella se llama Maria del Carmen, lleva un poco de tiempo vendiendo tinto, está Reinaldo que siempre viene por acá a dar un vueltón, gente que uno conoce niña, acá a la final nos terminamos conociendo entre todos”, en efecto don Dario es bastante conocido, mucha de la gente que pasa lo saluda, lo invitan a tinto los mismos tinterillos y como dice él, - “el que me ponga conversa yo le  converso”. Y así como don Dario o el grupo de amigos, muchas personas de la tercera edad se reúnen en el parque de las luces, acuden a él como un punto de encuentro.

Así como hay los grupos de la tercera edad hacen del parque de las luces su lugar de encuentro, también lo hacen las familias. Por lo general las familias que hacen de este lugar un punto de encuentro son familias conformadas por  un papá o una mamá y un hijo entre los 6 y los 12 años de edad, los padres llevan a sus hijos a jugar, con las palomas que se apoderan del parque cuando les echan comida, con bicicletas, patinetas, monociclos, patines o corriendo, estas familias empiezan aparecer alrededor de las 3:00 PM.

   La biblioteca temática de EPM es uno de los sitios que funcionan como punto de encuentro en el parque de las luces, para muchos tipos de público, sin embargo, la biblioteca funciona como punto de encuentro para las familias porque EPM organiza allí actividades didácticas y de aprendizaje para que los niños asistan, estas actividades se llevan a cabo en la ludoteca que queda ubicada en el primer piso de la biblioteca. Es natural ver que los niños estén corriendo y jugando en la plaza mientras esperan que las actividades en la ludoteca den inicio, a estas actividades pueden asistir padres e hijos; y además de realizarse actividades programadas, la biblioteca cuenta con un espacio de aprendizaje lúdico para que los niños se apropien de él.

Interior Biblioteca EPM        Foto tomada por Andrea Gaviria

  Como ya se hizo mención la biblioteca cuenta con varios espacios que hacen que la biblioteca no se pueda generalizar en un solo público, ya que al tener diferentes secciones hacen que diferentes públicos se apropien de los diferentes espacios, las familias en la ludoteca, las personas mayores en la sección de periódicos y revistas, estudiantes que se reúnen a estudiar allí, personas de toda clase a los que la biblioteca presta un servicio, por ejemplo la biblioteca dicta cursos básicos de manejo de computadores para personas mayores, es decir, el público que acude al parque de las luces y emplea la biblioteca como punto de encuentro va desde niños de 6 años hasta personas de la tercera edad.

 

   En la plaza también van jóvenes a encontrarse para montar patineta, hacer trucos en ella, también en bicicletas, van jóvenes a llevar a sus mascotas a las plazas y a fin de cuentas la plaza resulta siendo un lugar que a diversas horas del día y la noche da acogida y funciona para diferentes públicos, logrando así una diversidad bastante interesante.

   El parque de las luces no sólo es un punto de encuentro para personas que van allí a pasar el rato, es también un lugar de encuentro para los indigentes. Si bien en el día no se ven muchos habitantes de calle alrededor de las 6:30 PM cuando ya las luces del parque están encendida empiezan a llegar un sin número de habitantes de calle, llegan a apropiarse de este lugar en las horas de la noche cuando ya la mayoría de lugares están cerrados y por lo tanto la mayoría de personas se han ido del parque. Los indigentes que son identidad del centro no podían faltar en un lugar como el parque de las luces que es realidad el centro del centro de la ciudad de Medellín, gracias a que el parque funciona también como punto de encuentro para los habitantes de calle se podría concluir que todo lo que se ha implementado en el parque para disfrazar la marginalidad del sector no logra su cumplido, al menos no a todas las horas del día y la noche.

Parque de las Luces      Foto tomada por Daniela Vélez

   Pues bien se puede finalizar diciendo que este lugar es un lugar con un público bastante amplio y variado, turistas, estudiantes, trabajadores, venteros, ancianos, jóvenes, niños y adultos se apropian de este lugar y hacen del parque de las luces un punto de encuentro ya sea para una y otra cosa. 

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Capítulo 5: Centro del centro

     Llegamos a esta definición por medio del análisis, la investigación, el análisis que se llevaron a cabo en este proyecto. Es centro del centro debido a que este lugar es punto crucial o clave en lo que es el esparcimiento de todos los habitantes alrededor del perímetro del centro, este punto tanto de convergencia como de repartición del flujo constante de los transeúntes que frecuentan el centro, debido a que mucha gente llega pero no se queda  por el hecho de que este sector es puerto seco del transporte público en este caso los buses, tales provenientes de santa mónica, barrio cristóbal, itagüí, san javier, la américa, bello, robledo, Kennedy, bello horizonte, el estadio, la pilarica, córdoba, y al parecer el único que no llega hasta el parque son los parten y vuelven al poblado. Incluso en el pasado este punto también era, debido al ferrocarril, el centro como tal pero como a lo largo de los años se fue expandiendo poco a poco y el parque de cisneros se convirtió en el punto de partida hacia los demás puntos del centro debido a múltiples cambios que se fueron generando en la infraestructura y en el comercio que se presentaban en este. Actualmente sigue siendo un punto muy frecuentado transitoriamente, sobretodo se observa en las horas pico mucha diversidad de personas que tienen la necesidad de ir al centro, personas de todo tipo de estratos, de cualquier nivel educativo, desde niños a adultos mayores, y todas estas personas tienen la necesidad de pasar por este parque debido a que este es el centro del centro y es la vía de inicio para recorrer el resto del centro. Pero a pesar de que es el centro del centro, sorpresivamente se puede encontrar esos vacíos en los espacios denominados no lugares, estos vacíos que nos demuestran la excepción de la regla que en donde se supone que es un lugar muy concurrido y siempre con la presencia de ciudadanos nos topamos con rincones, esquinas, calles y cuadras donde que generan una especie de desolación entre tanto movimiento, ruido y sudor, estos no lugares irrumpen y suspenden el tiempo y la acción desenfrenada de desplazamiento que de los ciudadanos obligatoriamente tienen que cumplir en tales espacios para no ser consumidos completamente por ellos.

    El centro como área urbana todavía presenta la atracción cultural, económica, política, social ya que en el centro se originó en términos de ciudad la historia, su forma, sus vías  e inclusive la personalidad que obteniendo la urbe con los sucesos que suceden principalmente en el centro. Este centro del centro es fundamental en el movimiento económico tanto en esta ciudad como del país, en donde incluso empresas como colteger determinan la economía la economía que se ha presentado a la ciudad y al país, lo que implica desarrollo, crecimiento que parte desde el mismo centro, es decir que el parque de las luces y su perímetro son el núcleo, el corazón e incluso el motor de lo que es este sistema o célula llamada Medellín, cabe resaltar que visualmente se puede ver la imponencia que tiene el centro porque es allí donde se encuentran los edificios más importantes para la producción económica.

Foto tomada de http://www.colarte.com/colarte/foto.asp?idfoto=299614

    Curiosamente el centro que se cree una zona muy denigrante de la ciudad es donde también existe la posibilidad de que la gente prospere adecuadamente de una forma económica, y que curiosamente apesar de ser un sitio tan satanizado y feo estéticamente hablando también está lleno de excelentes empresas y altos cargos administrativos, como Postobón, El colteger, La nacional de chocolates entre otras, incluso en el centro se puede encontrar la s partes más relajantes de la ciudad donde te puedes tomar un tinto tranquilamente sin el temor a que te van a atracar o agreder.

   Debido a todo lo anterior este o estos sitios se convierten en patrimonio cultural e histórico debido a que en este se encuentran las estructuras y  elementos que constituyeron una parte importante para la historia y los procesos por los que a tenido que pasar los ciudadanos y su ciudad ya que este lugar es la columna vertebral para el crecimiento de esta y del país que han configurado su identidad y la mayoría de elementos característicos que lo conforman, se podría decir que este espacio es un conservador de tradición y costumbre.

  En estos centros del centro incluso es donde se ve una mayoritariamente una acción de protestas y movimientos que tratan de generar cambios en su urbe ya que en este es mucho más fácil centrar la mirada a la hora de estar pendientes de la ciudad. 

   Por otro lado paralelamente se podría hablar de la pobreza que se vive en el centro donde muchas veces o siempre se ve la presencia de muchos habitantes de la calles en sus alrededores, muchas veces están ahí debido a la gran cantidad de personas que pasan por el centro esperan beneficiarse de esto económicamente además no les sirve tampoco irse del centro porque irse de allí implica tener que conocer otro nuevo sector donde se puedan acomodar y muchas veces a sabiendas de que hay más posibilidades de que esta clase de personas puedan sostenerse con su situación y modo de vivir además de que este centro del centro es un conector para las demás partes que lo conforman también conecta las demás partes de la ciudad, con la posibilidad de que si te encuentras en este tienes la facilidad de transportarse hacia otra sector dentro de su urbe y así este espacio se convierte en uno de los más importantes del país , tal es el caso de la estación de metro de San antonio, que se convierte en la estación más importante del sistema metro no solo por grande en cuanto a estructura sino por estar ubicada en el centro donde frecuentan gran cantidad de personas en un dia, unos van al trabajo , otros a pagar servicios otros a frecuentar lugares que han existido desde hace mucho tiempo; esta estación de metro se encuentra a cuadra y media del parque de las luces resultando que tanto en san juan como en su alrededor representan el centro del centro y este se convierte en el alimentador que mantiene con vida la ciudad en todos los sentidos.  

Vista al metro desde el Parque de las luces.       Foto tomada por Santiago Sanchez

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Análisis

Centro del centro para el no lugar:

Centro concurrido, desenfrenado y salvaje, centro como una de las mayores evidencias y manifestación de lo que es y significa vivir en una ciudad metropolitana, centro a veces visto como un mal necesario, otros como una puerta u oportunidad de hacer un buen negocio o “cabecear al que nos da papaya”, centro como el gran leviatán que carga sobre sí esta inmensa piedra que recorremos todos los días con el terror de que algún día y en cualquier momento nos vaya a engullir de un solo mordisco, centro como el movimiento interminable de un corazón vivido y agitado que bombea al resto de su ciudad lo que lo mantiene vivo: gente, ciudadanos, masa, que mantiene el flujo eterno de este gigantesco artefacto que llamamos urbe.

Pero en un momento se puede sentir un silencio pasmoso, un salto del tiempo que se congela, que niega pero a su vez confirma la existencia y presencia del centro abstruso y absorbente, la excepción a la regla que lo confirma: un no lugar que se caracteriza por la soledad de los movimientos acelerados de los ciudadanos.

El tiempo nos lleva a cambios y transformaciones en la ciudad tales como concentraciones urbanas, traslación de sectores de población. Estaríamos hablando de la aceleración de los medios transportes, de la vida ciudadana, del movimiento cotidiano de una multitud que se traslada durante horas para llegar a sus puntos de trabajo pero, por lo tanto, que estamos hablando también de la perversión del sistema laboral con jornadas de trabajo tan extensas que modifican a su vez la perspectiva del sujeto con respecto a los tiempos de ocio, a los tiempos de convivencia hogareña, de percepción del afuera.

Pero también cuando “el tiempo de trabajo” invade al hombre de forma tal que no puede pensar en ninguna otra cosa, solo adquiere o posee su identidad en los actos rituales del trabajo, incluyendo el sacar su tarjeta de crédito. Incluso el subirse solo al metro es parte del mismo juego: puede seguir pensando sin ver, ni oír envuelto herméticamente en su individualidad y se convierte en un no lugar.

En contraposición a todo lo anterior está el lugar antropológico:

El lugar antropológico es lugar de encuentro, de cruce. Pueden ser itinerarios que pasan y recorren distintos lugares de reunión, caminos que conducen de un lugar a otro en los cuales los individuos se reconocen dentro de un espacio que le es propio; encrucijadas donde los hombres se citan; lugares de reunión como los mercados, ciertas plazas, ciertas calles, siempre las mismas, donde bailan los celebrantes espontáneos en carnaval.

El no lugar es el que no puede definirse como lugar de identidad ni relacional ni histórico.

El no lugar es el hueco de la tormenta, es una página en blanco que a pesar de estar en blanco nos cuenta una historia, no lugar que está ahí como comentario de otra cosa, el no lugar nos somete a veces apartar la mirada, a traducirlo como algo que los ciudadanos tienen prohibido, es el lugar de paso, el que no da lugar al diálogo, ni siquiera a la mirada detenida, ni aveces permite el pensamiento detenido de que hay algo que no es. Es el lugar donde hay que apurarse a caminar, porque si no lo atropellan los que vienen atrás o el que está mal “parqueado” te viene a atracar. Es la máquina que contesta: Si desea presentar una queja marque uno. Si desea adherirse al sistema, que marque dos. Es el semáforo que saca fotos y la máquina expendedora de tickets para ingresar al aeropuerto y luego la máquina que se lleva las maletas.

Pero además no solo hay lugares propicios para el transitar espacios, no solo en la posmodernidad se ha provocado y están presentes los no lugares externos, también con el acto y con el verbo el hombre ha creado otros en donde pareciera destinado a estar solo, callado envuelto en su individualidad y en donde adquiere su identidad no en el reconocimiento del y con el otro, sino en gestos ajenos a su naturaleza de hombre social, entonces el camino a casa se vuelve simplemente un trazado de cemento que lo lleva a uno a su destino, y entre estos está el refugio, el bunker o el domo que nos aísla de todo lo demás y que llamamos hogar o en secas palabras la casa, en la cual nos atrincheramos con el asco y el hostigamiento del andar cotidiano de la ciudad, no lugar al cual llegamos con una sonrisa amplia o un ceño fruncido, prendemos el televisor o la computadora y nos escondemos detrás de la imagen ajena para seguir pensando sin interferencias, anónimamente, en soledad o en soledad acompañada.

Pero aún así el no lugar depende de la perspectiva, lo que es lugar para alguien no lo es para su semejante, el que cuenta con su combo de juntarse todas las noche en el parque oscuro de la cuadra lo considera completamente su lugar, el hecho de tener una cotidianidad y andar con alguien con el que pueda construir el lugar por medio de su presencia y diálogo retributivo, pero lo es todo lo contrario para el que va cruzando temeroso y con ansías de pasar velozmente de largo en medio de la oscuridad para este ese parque se convierte en un no lugar.

Parque de las Luces    Foto tomada por Santiago Sánchez

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